viernes, 28 de diciembre de 2012

Como una súbita tormenta de verano

Si alguna vez has tenido fiebre, sabrás a lo que me refiero.
Esa especie de confusión extrema que te aturde los sentidos, aparece como una niebla en tu cabeza y harías cualquier cosa por que se fuera.

Una especie de tormenta de verano, súbita fugaz y tremenda. Llega, descarga toda su ira sobre ti, y cuando ya ha arrasado con todo, se va, dejando a su paso solo desolación y vacío.

Luego no sabes ni por dónde vino, ni qué la trajo hasta aquí, ni porqué cayó en este momento y no en otro. Empiezas a preguntarte si ha sido real... ¿Porqué, en pleno verano, tiempo de esplendor y sol, aparece de la nada tal estruendo?


Quizá el viento la arrastró hasta este plácido lugar, quizá fueron los cambios de temperatura, quizá los diversos compuestos químicos que están en el aire, o quizá tenía un buen motivo para venir hasta aquí.


No hay comentarios:

Publicar un comentario