miércoles, 26 de diciembre de 2012

...why choose this world?

El mundo es bonito, dependiendo de a quién preguntes. También depende del momento en que lo preguntes, de la personalidad del interrogado y de los hechos que lo condicionan, también depende de complejos procesos químicos y de factores sociales y medioambientales.

¿Quién afirma que el cielo realmente es azul? ¿Y si en realidad es rojo pero nos han enseñado que ese color se llama azul? Es empezar y no parar, pero este no es el tema que ocupa hoy mis divagaciones.

No somos nadie para juzgar los hechos de los demás, mucho menos la motivación que lleva a ellos. Es obvio que un gran acto tiene detrás grandes motivos, o una inmensa suma de factores que da como resultado algo descomunal.

Cuanto más reflexiono acerca de ello, más incapaz me siento de tener una opinión. Me gustaría tenerla clara, sí, pero como ya he dicho, no soy nadie para juzgar esas motivaciones, no mientras no esté en esos mismos zapatos.

Los hay que con tener gatitos notan un alivio, hay gatitos que se convierten en tigres o leones, o hay leones feroces con sed asesina que van directos a matar. Hay quien se sienta más cómodo usando lazos de cowboy, y probablemente quien prefiera ser águila por unos instantes.

Afortunadamente no concibo los leones más fieros, las películas de cowboys nunca me gustaron y... esos segundos son todo un misterio, pero a la vez lo más escalofriante que me pueda imaginar.


De como algo triste y sangriento terminó pareciendo un debate sobre especies animales, y como de una experiencia desastrosa le sacamos la parte positiva de un bonito paisaje y amaneceres espectaculares. 


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